
Carlos Enrique Martos Sánchez nace en Barcelona en 1957. Transcurre sus primeros años entre Barcelona, Düsseldorf (Alemania) y Madrid, hasta que su familia se establece en Avilés (Asturias) en 1966. Diplomado en Gestión Financiera por la Universidad Autónoma de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional durante las últimas cuatro décadas en una entidad financiera nacional. En la actualidad reside en Collado Villalba (Madrid) donde compagina la actividad literaria con los viajes, su otra gran pasión. Ha colaborado desde muy joven en diversas publicaciones. La Casa de la Gobernaora es su primera novela, fruto de más de dos años de investigación.
1. Háblanos de tu origen como escritor. Cómo empezaste y por qué la necesidad de escribir:
La necesidad de escribir creo que comienza desde que tengo uso de razón. Para mí es un medio de expresión necesario. Recuerdo mis juegos infantiles haciendo telediarios, porque debo confesar que mi primera gran pasión fue el periodismo. Desde muy joven comencé a colaborar con periódicos y revistas de mi entorno, entonces en Asturias. Básicamente mis colaboraciones en prensa eran deportivas y en alguna revista sobre música o política. Después, en mi adolescencia y primera juventud, empecé a escribir cuentos y relatos cortos, aunque nunca vieron la luz. El artículo o la columna son también para mí medios necesarios de expresión, que utilizo con frecuencia sobre todo en las redes sociales. Últimamente la prosa poética, como medio de comunicación de sentimientos, también lo vengo utilizando.
2. Explícanos el proceso que sigues para escribir. Desde que tienes la idea hasta plasmarla en el papel, ¿cómo la conviertes? ¿La dejas madurar, la desarrollas durante el mismo proceso de escritura o tienes algún otro procedimiento personal?:
Lo primero que te diré es que soy bastante anárquico. Cuando surge la idea, de inmediato soy consciente de ello. Por ejemplo, cuando descubrí La Casa de la Gorbenaora paseando por las calles de El Puerto de Santa María, supe que ahí empezaba una historia. Soy amigo de tomar muchas notas, que después se convierten en el texto definitivo, al que doy muchas vueltas hasta que lo considero bueno. Me gusta realizar una profunda labor de investigación porque creo que tengo una responsabilidad muy importante con el lector y quiero ser respetuoso ante todo. No soy un escritor de método ni tengo un horario para escribir, tal vez cuando sea mayor tenga que planteármelo. Parto de unas ideas muy básicas y la historia se desarrolla durante el mismo proceso de escritura. Los mismos personajes son los que van diciéndome hacia dónde van.
3. Háblanos un poco de La casa de la Gobernaora, para conocerla un poco mejor:
La Casa de la Gobernaora es una novela de sentimientos. Llevados en ocasiones al límite. En ella podemos encontrar prácticamente todos los géneros, aunque yo la enclavaría dentro de la novela romántica. Podemos encontrar intriga, aventura, una complicada trama policial y el amor desde distintas perspectivas. La amistad también forma parte importante de la novela. He pretendido darle un lenguaje fluido y ameno, unido a un rico vocabulario. He querido escribir una novela para lectores que gustan de saborear su lectura, con una buena historia y que al final los deje satisfechos. La novela que a mí me hubiera gustado leer.

4. ¿Qué crees que puede ganar el lector que lea La Casa de la Gobernaora?:
Evidentemente, escribo con la finalidad de entretener al lector. Si al final se queda satisfecho, si le gusta y además se la recomienda a sus amigos, eso ya no es la paranoia del escritor… Yo lo único que puedo garantizar son sentimientos a flor de piel.
Te decía antes que he querido escribir una novela con un lenguaje rico, fluido y ameno para el lector. He pretendido que la obra tuviera un mínimo de calidad, de lo contrario yo mismo habría abandonado el proyecto. Por último, también he querido darle, con toda la humildad, un carácter didáctico. La labor de investigación me ha llevado aproximadamente un año, el resultado está en las páginas del libro y también en la página web que complementa la novela.
5. ¿Tienes algún personaje especial para ti dentro de La Casa de la Gobernaora? ¿Por qué motivo?:
Llega un momento en que, en efecto, los personajes se vuelven entrañables para su autor. Yo siempre digo que ellos ya estaban ahí, que no he inventado nada, que son ellos los que me han dictado la novela. Bromas aparte, creo que los personajes son lo mejor de la novela. Son múltiples y variados. Cada uno con su propia personalidad. Realmente están muy trabajados. El círculo principal, los que podíamos llamar protagonistas, son un compendio de personalidades que viven y sufren situaciones límite y revelan sus sentimientos al máximo. Todos ellos son necesarios y especiales para mí. He compartido con ellos muchas horas y hasta me atrevería a decir que cada uno tiene algo de mí. Me resulta muy difícil elegir a uno solo, aunque creo que el personaje principal de la novela es Maggie.
Creo que Maggie es una mujer maravillosa capaz de dejarlo todo por amor.
6. ¿Cuáles son tus influencias literarias si consideras que las tienes?:
Mis influencias literarias pasan por autores del siglo XIX, tanto españoles como franceses. Maupassant, entre los galos, es un autor que siempre me ha llamado la atención. Entre los españoles, sin duda, Benito Pérez Galdós, al que considero un gran olvidado actualmente y que tendría mucho que enseñar. Ambos periodistas, lo que me hace más cercano a ellos. Entre los autores del siglo XX, a los que ya no sé si llamar contemporáneos, los grandes escritores latinoamericanos, García Márquez, Vargas Llosa, Neruda, Borges, Cortázar son los que más han influido y han creado en mí una sólida base literaria. Siento gran admiración por autores como Valle-Inclán, Pío Baroja, Josep Pla, Mercè Rodoreda, Cela, etc. También la poesía tiene una importante influencia en mi formación literaria. Mis poetas más cercanos son Neruda, Miguel Hernández, Machado, Alberti y Gabriel Celaya.
7. ¿Una experiencia inolvidable con algún lector que quieras destacar?:
Hay experiencias sorprendentes, muchas de ellas vinculadas a las redes sociales y otras personales. Una muy entrañable para mí fue con una lectora de Buenos Aires, que me informó de que la iglesia de San José de Flores, a la que yo hago referencia en La Casa de la Gobernaora, fue la parroquia a la que acudía el papa Francisco y su primer destino como sacerdote. Otras comunicaciones con lectores me han parecido alucinantes, como con otra señora indígena de la selva de Venezuela. También he hecho muchos amigos y he recibido mucho apoyo y cariño.
8. Para terminar, Carlos, ¿algún proyecto más pensado para 2016 que nos quieras adelantar?:
Sí, por supuesto. La próxima novela se encuentra ya muy avanzada. Espero finalizarla en el primer trimestre del próximo año e intentaremos que esté en las librerías en abril, aprovechando el día del libro. Es una novela continuación de La Casa de la Gobernaora. Se desarrolla en Sevilla en 1854 y cuenta con algunos personajes ya conocidos. Mantiene un esquema similar al anterior, con mucha documentación y situaciones comprometidas. Estoy muy ilusionado con este nuevo proyecto que me gustaría presentar en su momento en Sevilla.
Muchísimas gracias por tu amabilidad y tu tiempo, Carlos. Estamos encantados de poder formar parte de esta aventura, ¡gracias por tu confianza! Nuestros mejores deseos con tus próximos proyectos de los que esperamos disfrutar pronto.