Como bien sabes, porque nos gusta recordártelo, escribir es un oficio como cualquier otro. Es decir, el escribir requiere que domines una serie de conocimientos y de técnicas fundamentales que te harán llegar a ser un verdadero y buen escritor. Y si, además, quieres vivir de la escritura, es fundamental constancia y mucha organización.
Hoy queremos recordarte cuáles son los hábitos fundamentales que debes cultivar día a día si realmente quieres dedicarte a la escritura, tener un gran número de lectores que admiren tu trabajo y puedas dedicarte a ello:
1. La planificación: escribir es un trabajo, un trabajo que requiere esfuerzo, pasión y energía. Mucho más si queremos llegar a publicar e incluso si se desea vivir de la escritura, es decir, hacer de la escritura una profesión. Y, no, no es imposible; solo es cuestión de llevarlo a cabo, de hacerlo. Te aconsejamos que trabajes con una agenda y que planifiques, al menos, tu semana. Qué días vas a escribir, qué momentos del día vas a dedicar a escribir, a qué horas, cuántas... Este tipo de cosas hay que tenerlas en cuenta, son fundamentales para que tu proyecto avance y para conseguir lo que te propongas. Planifícate desde hoy, qué tiempo vas a dedicar a este bonito trabajo, cuándo. Hazlo con calma, planifica la semana y pon en práctica lo acordado con tu agenda. Es fundamental comprometerse con uno mismo para conseguir los objetivos propuestos. Así que crea tu vida como escritor, tú decides cómo. Planifica, pero también disfruta mucho de tu plan personal, porque se trata de eso, de disfrutar del camino.
2. La lectura: para ser un buen escritor es fundamental ser, antes que nada, un excelente lector. Sí, leer es lo único que nos hace comprender en qué consiste eso de escribir, para qué sirve y qué sentido tiene, además de acercarnos a formas, estilos, voces que nos enseñarán a expresarnos mejor, a usar el lenguaje de una forma personal. Es fundamental leer autores clásicos, los imprescindibles, pero también es bueno leer a autores de actualidad. Aunque leas mucho, o especialmente, del genéro que estés interesado o que sea el tuyo, en el que te sientes cómodo para escribir, nosotros recomendamos siempre a nuestros escritores leer poesía. La poesía es una forma de expresión que nos puede abrir nuestra percepción del mundo y de la forma de contarlo; nos abre las puertas a un uso del lenguaje más allá de lo establecido. Es una herramienta fundamental para «volar», para traspasar barreras y ver la vida, o las letras, con las gafas de la libertad. Leed mucho, queridos escritores, que nunca os falten viajes entre letras, mundos escritos. Y aprended y tomad de esos mundos llaves que abran la puerta a vuestra inspiración.
3. El conocimiento de nuestra lengua: nuestra lengua es nuestra herramienta de trabajo, y todo escritor debe conocer a fondo su herramienta básica de trabajo igual que cualquier otro profesional, eso es evidente. Estudiar, consultar y tener siempre a un buen asesor lingüístico que pueda guiarnos es incuestionable en la carrera de todo buen escritor. Gramática y ortografía son, por lo general, nuestras asignaturas pendientes, pero, sin embargo, ¿cómo podemos hacer bien nuestro trabajo si las desconocemos? Recuerda que las tildes, los signos de puntuación, etc., no están de adorno. Tienen su función. Es necesario usar la lengua con seguridad y saber jugar con ella para darles un toque personal y único a nuestros escritos. Un buen uso del lenguaje te ayuda a ordenar tus pensamientos de la forma en que desees para transmitir lo que realmente quieres. Cuida este aspecto de tu carrera, querido escritor, es esencial.
4. Formación: como venimos intentando transmitir, a escribir se aprende. Es necesario aceptar que cuando empezamos, como todo en la vida, necesitamos luz, necesitamos guía de otros profesionales que estuvieron alguna vez en nuestra situación y que hoy saben desenvolverse en el camino. Contactar con otros compañeros de inquietudes, de profesión, es una recomendación esencial para sentirnos más arropados y comprendidos en nuestro proceso personal. Solo así podremos compartir y aprender, en compañía. Apúntate a cursos de escritura en los que te guíen y conozcas a más gente que ama lo mismo que tú; charlas; presentaciones de libros; congresos; seminarios... Toda reunión, todo encuentro es acertado y te hará bien. Recuérdalo, querido escritor, hay posibilidades para todos y juntos, el camino tiene más sentido.
5. Escribe: a escribir se aprende escribiendo. Hazlo, ponte ya, ahora mismo, no lo pienses. Si quieres ser escritor, escribe. No tengas miedo, no pienses en más allá que en jugar, dejarte deslizar en el papel con tus palabras, con tus pensamientos. Sin necesidad de nada más que de sentirte bien, cómodo, tranquilo. Es divertido, es gratificante, es una experiencia mágica de la que debes disfrutar al máximo, sin tener en cuenta nada más. Escribe. Busca esa libreta especial, la que más a gusto te haga sentir. Empieza, no lo pienses y anímate. Este mundo necesita más gente como tú, querido escritor: gente valiente.